Fat Old Sun

Friday, September 15, 2006

pistas de tiza, trampas para pajaritos, higueras, infancia

A veces extraño la casa de mi abuela, como en este momento, donde las cosas tienden a cambiar de varias formas y te pegan de frente en la cara a mil por hora, y si, hay que acostumbrarse o tratar de caber lo mejor que se pueda para sobrellevarlo y que sea algo menos amargo. No reniego de esta condicion de como las cosas van transmutando y teniendo diversos movimientos a medida que el tiempo sigue pasando, y que hay queir aceptando o actuando como personajes de una obra de teatro donde todos parecen ser actores y muy pocos publico (que en todo caso actuan como publico, actores al fin). Por eso volver a la casa de mi abuela me lleva por otros caminos; juegos infinitos y en dias de sol, sin apuros ni deudas ni presiones ni una mierda. Pensar que esa casa ahora esta convertida en un duplex color pastel pisando las pistas de tiza que dibujaba mi abuelo; la ropa colgada donde los conejos sabian esconderse y la higuera imponente del fondo siempre...Pero listo, solo esta en mi cabeza. Ahora hay que moverse para esquivar la basura y seguir para adelante o para el costado, pero moverse.

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