placeres (casi) cotidianos
- Taparse hasta la nariz con el ventilador (aire acondicionado en su defecto) prendido.
- Idem pero con la estufa predida en invierno.
- Tomar un té bien caliente cuando cae la tarde y el frío llega hasta los huesos.
- Leer sentado en el jardín con el sol en la cara calentando los huesos que el mismo frio de la tarde se encarga de congelar a toda hora en estas alturas del año.
- Estar leyendo en ese mismo jardin, bajo ese mismo sol y ser sorprendido por una jauria de perros-lobo.
- Terminar de ducharse, envolverse en la toalla y permanecer asi unos segundos.
- Ir caminando por la ciudad y mirar para arriba..bien arriba donde la mugre de la gente no puede trepar.
more to come...
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